INGREDIENTES:
500 gr. de gengibre fresco
500 gr. de azucar integral
PROCEDIMIENTO:
Limpiar, pelar el gengibre y cortarlo en laminas de 3 mm.
Hervirlo en una olla por 40 minutos y tirar el agua de cocción. (El gengibre es picante por esa razón algunos cambian el agua de cocción tres veces). A este punto retiramos las laminas y las pesamos, las volcamos en una sartén y agregamos el mismo peso de azúcar y dos cucharadas de agua.
Cocinamos a fuego lento hasta que se el liquido se reduzca. Retiramos las laminas y las apoyamos sobre el papel manteca para que se enfríen. Luego las ponemos en una bolsita con unas cucharadas de azúcar y sacudimos para que los cristales adhieran a las laminas.
El gengibre ya está listo para guardar en bolsitas o en frascos, se conserva varios meses.
Fresco y digestivo!
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